martes, 31 de agosto de 2010

Capitulo 2: entre angeles y caballeros

Chicas segundo cap (tmb me refiero a vos jennie que me tenes asi!!! con el cap este jajaja)

CAP 2: ENGAÑO

pov edward

¿y yo desde cuando le hablaba a Bella? O mas bien ¿desde cuando no me peleaba con Bella? Ya había pasado media hora y no había habido ningún insulto y lo peor es que no me asustaba de esto, estaba mas complacido que otra cosa.
-Entonces… ¿Cómo va todo?- pregunté tratando de sacar tema.
-si… creo que va todo bien… sacando a tu hermana comprándome ropa todo el tiempo y a tu otra hermana trayendo a chicos cada dos por tres… pero sobrevivo- me aseguro. Yo me reí.
-Lo siento si molestan mucho… ya sabes, ella son un poco insoportables- Le comente. Ella me sonrió asintiendo.
-igualmente, son geniales amigas… a decir las únicas verdaderas y mejores que e tenido, me alegra que nos hayamos mudado juntas- me conto
-Si… sacando la parte del hermano molesto que viene cada vacaciones que tiene…- le recordé mientras doblaba a la esquina de su edificio. Ella miro hacia la ventana con un tono que jamás había visto.
-Bueno… eso cambiaria si no me llevaría mal con el…- dijo mirando al piso. Eso no era verdad. A veces yo era el que comenzaba todo.
-Si, creo que eso también, pero creo… creo que esta cambiando…- le replique, o mas bien me atreví a hacerlo porque eso era ir un poco mas haya de lo normal, era atreverme a decirle que no quería pelear mas con ella.
-Si, tal vez… si- replico mirándome. Algo que tampoco había notado era que ella también tenia unos ojos color castaño chocolate hermosos y debía decir la verdad.
Cuando la deje en la puerta del edificio de su casa me miro desde afuera del auto y saludo con la mano en forma de despedidia. Yo baje la ventanilla.
-Emm… Bella…- la llame, ella me miro dispuesta a escucha.
-si?
-Te ves muy linda con ese vestido- le plantee. Pude hasta sentir como Bella se sonrojo y me asintió.
-Muchas gracias, adiós. Dijo mientas se alejaba.

Pov Bella

Vi como se alejaba y de verdad admito que me asuste con el cumplido que dijo. No sabia que era de esos chicos y es que solo lo veía con ojos de desconfianza y rareza como si no supiera mucho de lo que pasaba entre el y yo o como si una parte de nuestra relación se hubiera perdido y de pronto no había gritos ni llantos, que solíamos hacer cuando éramos pequeños ni nada por el estilo.
Cuando llegue arriba me saque el vestido hermoso y lo deje en la habitación de Alice. Ya que por mucho que me gustaba era de Alice y se lo tenía que devolver. Me puse la pijama de victoria secret, pero de las cómodas, era increíble los pijamas que podías encontrar allí.
Luego de eso me acosté y apartar de ahí no recuerdo nada mas. No hiso falta que llamara a Alice para decirle que me iba o a Rose ellas se enterarían para cuando Edward vuelva a la fiesta que es lo que seguro haría.
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A la mañana siguiente era la única de la casa consiente y que no tenia resaca, eso me hiso sentir la necesidad de decirle a mis amigas que les había advertido que ya no éramos chicas de secundaria como antes como para hacer este tipo de cosas, sin embargo Rosalie y Alice eran dos hermanas bastante fiesteras y con Edward formaban el trió perfecto de las fiestas mejor organizadas del instituto a las cuales me vi obligada a asistir a todas ya que era “invitada especial” según Alice. Sin embargo yo no era una de ellas a mi me gustaba las cosas mas tranquilas y por alguna casualidad había terminado con ellas siendo mejores amigas.
Esta mañana tenia que ir temprano a la chocolatería ya que mi madre me había pedido que abriera yo. Asi que allí me dirigí luego de bañarme, cepillarme los dientes y el pelo y cambiarme. Cuando llegue hice la pequeña travesía de comerme un para de bombones ya que venia sin desayunar y un café de “Starbucks” no era suficiente para mi. Todo en el local era tranquilo, solían venir hombres a buscar cajas de bombones con distintas formas para regalarles a sus novias o esposas por diferentes situaciones siempre eran asi, también venían los niños que a mi madre y a mi tanto nos gustaba recibir y debo admitir que a algunos pequeños clientes especiales le regalábamos algunos bombones y era porque mi mama era amante de los niños, pero los que vinieron esta tarde realmente me sorprendieron.
Un hombre bien vestido que parecía un empresario bien pagado con el cabello estirado para atrás y un saco que te hacia cuestionar que tela era la que hacia que se le viera tan lujosa, parecía de unos 25 años y debo admitir que parecía bastante buen mozo entro acompañado de una joven que parecía de mi misma edad. Ella era realmente y literalmente hermosa y parecía una modelo famosísima. Tenía rulos rubios y dorado de un color que jamás había visto que caían a su costado y se había puesto una evilla que quedaba a la perfección con su pelo. Venían bien acaramelados ya que el le susurraba algo a ella y ella contestaba “hay, Joey por dios estamos en zona publica” y se reían juntos. Entonces el hombre levanto la vista unos segundos para mirar a el mostrador y ver que tenia para elegir.
-¿Qué les puedo servir?- pregunte la pregunta de siempre. El lo pensó y miro a lo que parecía ser su novia.
-No lo se ¿tu que quieres Tanya?- le pregunto el tal Joey a su novia rubia. Ella lo pensó pero no le dio tiempo ya que su celular comenzó a sonar y tuvo que atender. Trate de no meterme en la conversación para escuchar pero se hacia casi imposible ya que ella tenia un tono muy nervioso al atender el teléfono. Cuando corto su novio la miro mal.
-Era el?- le preguntó Joey a Tanya. Ella miro para abajo y asintió- Mi amor, Tanya dijiste que lo dejarías- dijo el tipo elegante fanfarroneando. Yo mientras tanto me hacia la distraída e iba sirviendo lo que el hombre me señalaba con su dedo mientras montaba una escenita con su novia.
-Y asi lo hare Joey, dame tiempo por favor, sabes que el es importante para mi y que toma tiempo- El dejo de señalar y la abrazo mientras la besaba.
-Lo se Tanya, es que no me banco ser el de segundo puesto- dijo Disgustado. Asi que de eso se trataba era tema de amantes. Me dio lastima el incrédulo chico que había llamado a su novia pensando que ella estaba trabajando cuando en realidad la muy lista y ramera andaba a hurtadillas con otro hombre, pero que despechada, no se merecía ni un bombón pero como yo si me merecía esa plata le entregue la caja que había pedido el chico y el se la dio a Tanya, luego me pago y se fueron abrazados. Yo me reí por lo recientemente pasado y volví de vuelta al trabajo. Mi madre vino unas cuantas horas después. Renee era de esas madres que confiaba mucho en sus hijos por lo cual no tenia problemas en dejarme el local a mi sola pero como siempre le gustaba inspeccionar venia para ver todo. No era un mal trabajo ya que los dueños eran mis padres y me pagaban la universidad a cambio de que yo trabaje con un salario un poco mas bajo de lo normal.
Alice a eso de las siete de la tarde me llamo a las apuradas.
-Bella! Ni siquiera nos despertaste como se supone que cocinemos ahora a las visitas- Hay no! ¿visitas? De seguro terminaría cocinando yo para los demás mientras cenaba al mismo tiempo y para cuando les diera la cena les diría que estaba cansada y que me tenia que recostar pero creo que esta vez lo hiso diferente.
-¿Y que quieres que haga yo Alice?¿Quienes vienen?- pregunté. Se escucho una carcajada desde el otro lado del teléfono.
-Vienen unos amigos de Edward, y Edward y su… novia- dijo ella. Un gran silencio le siguió a esa oración. Supongo que hasta Alice dedujo el gesto que tenia puesto. ¿Edward tenia novia? Pero si apenas lo creía, lo conocía como el típico chico que se negaba a tener a una sola chica para estar con todas en noches seguidas. Era bastante creíble Edward no era nada feo, mas bien era un chico hermoso pero ¿y desde cuando yo creía que era hermoso? Siempre lo había visto con indiferencia pero desde ayer a la noche mi vista por completo había cambiado hacia el como si no lo conociera del todo y me hubiera perdido una gran parte de su vida que consistía en madurar y comportarse como un hombre de una vez por todas.
-¿Edward una novia?- pregunté incrédula. Pero ¿y a mi que me importaba? Era su vida y podía hacer lo que se le plazca con ella no tenia que andar cuestionando yo a ver si tenia o no a una chica para el solo.
-Bell, Edward cambio, no es el mismo… bueno si lo es pero me refiero a que es mas responsable con su vida, Por eso te tengo que pedir que traigas algunas cajas de sushi para comer, te queda de pasada y no cuesta nada, luego te devuelvo la plata ¿si?- preguntó esperando una respuesta certera.
-Alice…-dije yo mientras caminaba indecisa.
-Porfa!!-pidió que casi pude sentir como se arrodillo para rogarme. Suspire y doble en la esquina para ir a “solandersush” la casa de sushi mas cercana que tenia a mi disposición.
-Está bien- le dije, mientras abría la puerta del restaurante.
-Gracias Bella! Eres la mejor de las mejores amigas- concluyo y yo corte. Pedí mi orden que consistió en varias cajas de sushi y luego me tome un taxi. El portero me ayudo con el pedido de Alice hasta el ascensor y le agradecí. De pronto la vergüenza vino. No estaba bien vestida como para aparecer de pronto y ni maquillaje tenía para disimular mi desarreglo y las horas de aburrimiento que había pasado en el local. Cuando toque el timbre ya que no podía sacar las llaves, Rosalie me abrió y enseguida se ocupo de sacarme las cajas de encima. Me sonrió y luego me abrazo sorpresivamente.
-Gracias Bella acabas de salvar la noche, te deje la ropa en tu cama, la escogió Alice porque supusimos que estarías de camiseta y zapatillas- Dijo sonriendo mientras me miraba de arriba abajo.
-Gracias Rose- dije.
-Anda que nadie te vera están todos en la cocina. Pase por el living corriendo hasta llegar a mi habitación. Alice y Rose me habían dejado una blusa blanca suelta, unos pantalones ajustados y unas chatitas que de seguro eran ideas de Rose ya que Alice me hubiera puesto tacos. Cuando me vestí me puse un poco de rubor y pintalabios y Salí a la cocina.
Cuando rodee mi vista los vi a el chico Emmett del que Rosalie no soltaba sus labios, otro chico que sacaba los rolls de las cajas con Alice mientras se sonreían lo que mis ojos no podían creer y de lo que seguro se quedaron petrificados es que la chica que estaba sentada en el regazo de Edward era una muchacha rubia hermosa con los rulos que le caian al costado su color de pelo el mismo que la chica de el local y la misma evilla, Era ella, era Tanya la que engañaba a su novio con Joey el muchacho empresario bien pagado. Ella puso la misma expresión cuando me vio, se quedo quieta y luego se tubo que mover porque Edward se paro para saludarme.
-Bella, creímos que no llegarías- dijo el mientras se acercaba. La muchacha de rulos se acerco tímidamente mientras no me quitaba la vista de encima ni yo a ella. Lo peor fue que luego de unos minutos me di cuenta y razone que el muchacho que la había llamado hoy era Edward, ella lo estaba engañando con Joey y yo no sabia que hacer y donde meterme para no hablar de mas. Mantenía un secreto bastante grande ahí y no creí que ella quisiera que el sepa.
-Pero aquí estoy- dije volviendo a mirarlo a Edward con una sonrisa forzada. El me dedico una sonrisa torcida y deposito su mano sobre la cadera de la chica que no sabia donde meterse.
-Bella ella es Tanya- dijo Edward mirándola- mi novia- dijo Edward. Tanya no sonrió ni siquiera me miro, se quedo quieta mirando a su novio o mas bien a el incrédulo muchacho que estaba siendo engañado. Yo le asentí con otra sonrisa forzada. No podía hacer nada más. Me quise esconder, escabullir y no salir hasta que todos se vayan. Por suerte nadie prestaba mucha atención a la tensión que se estaba creando allí. Emmett se acerco a mi mientras Rosalie ponía la mesa.
-Hola, de seguro me recuerdas, soy el muchacho del sillón… bueno y tambien amigo de Edward pero creo que se te grabara mas el otro apodo- Dijo extendiendo su mano para que la apriete. Yo hice lo que debía y sonreí.
-Si… Emmett, es un gusto- le dije tratando de despistarme.
-Por fin trajiste la comida, ya empezábamos a desaparecer del hambre- Nos reímos por la exageración.
-Creo que el mantel esta en el living- Dijo Rosalie buscando por todos lados. Yo me prendí en una idea de desaparecer de allí. No mire a Edward ni a Tanya de ahí en mas.
-Yo voy!- dije gritando mientras salía hacia la sala. Pero para mi sorpresa Tanya salto al mismo tiempo.
-Te acompaño- dijo ella mientras me seguía. No, no, no ¿Por qué me seguia? Tal vez me pediría el favor de que no diga nada pero como si yo no supiera lo que tenia y no que hacer. Saque sin pensar el mantel de la mesa del living y aunque teníamos otros no quería gastar tiempo para que Tanya me hablara. ¿Cómo le podía hacer eso a Edward? Yo se que el era un tonto por si y no me cansaba de decirlo pero con su nueva actitud de chico maduro creía que seria capaz de darle todo lo que ella quisiera entonces ¿Por qué se lo hacia?
-Entonces ¿bella verdad?- pregunto como si nada. Yo me quede callada por unos segundos, no dije nada ni me dedique a mirarla solo arrastre el mantel hasta dejar a la mesa desnuda sin nada.
-Aha- le dije, algo tenia que comentar.
-Entonces Bella…Eres la de la tienda de chocolates!- me acuso parándose en frente mío. Eso me tomo por sorpresa por lo que la mire sin nada que decir, a decir verdad su gesto también me daba un poco de miedo.
-Tanya escucha yo…- hubiera continuado y hubiera tartamudeado mucho pero tenia que explicarle que no me animaría a decir nada, por mas que lastime a Edward, pero eso era lo de menos ya que el y yo no teníamos la mejor relación.
-No, tu a escucha- dijo fulmindandome con la mirada, yo la escuche con atención- Mira se que te haces la tonta, sabes muy bien lo que viste asi que dimelo- me pidió de malas. Pero yo tenia una cosa que preguntar.
-¿El que llamo hoy en el local era edward?
-Claro que era el, y espero que entiendas que el no sabe nada y que asi somos felices, asi que si se llega a enterar lo tomare como que tu tuviste algo que ver y créeme que eso no te hará feliz- me amenazo- Entendiste?- pregunto con una mirada asesina. Trague saliva y le asentí entrecortadamente.
-Igual, yo no diría na-da- le conteste. Ella me sonrio falsamente.
-Bien, eso espero- No podía creer lo falsa que era era la novia de el hermano de Alice y Rosalie. Lo peor de todos es que no podía decirle nada, no era la indicada para decirle al chico con el que vivía peleando que su novia tenia un amante bien pagado. Eso era lo peor de todos.

1 comentario:

  1. ¡Hola! En mi otro blog ay premios-espero q te gusta-besos

    http://checktheseblueskiesout.blogspot.com/2010/10/regalos-de-fin-de-semana.html

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